sin calambres, sin marcas, sin traiciones
puños lisos y temibles,
y córneas
transparentes
...quien tuviera, también, la inteligencia
(y los huesos) sin fisuras,
molares adamantinos
y venas sin toxinas...
¿es pedir mucho?
un cuerpo puro, eso nomás
para empezar
alegremente
a demolerlo.
alegremente
a demolerlo.
un cuerpo puro...
ResponderEliminartodos lo tuvimos el problema radica en la memoria supongo.. en que momento comenzo la alegre tarea de demolición??? si tan solo pudiera recordarlo...
besos calidos
Lilya
Cada vez que tengo que correr el colectivo pienso lo mismo. No me sale tan poetico y a veces se me cuela una puteada, pero bue.
ResponderEliminarLylia:
ResponderEliminarPor ahí el problema de la demolición es que hay que recomenzarla cada día, y sin embargo nunca empezamos realmente de cero. Nunca es tan divertido romper algo que ya viene roto --lo cual suena medio bestia si se lo piensa por su lado más procaz, pero que por ese lado también es cierto--.
Li:
Benedetti dice algo así como que "todavía alcanzo al colectivo cuando lo tengo que correr, el tema es que antes no decía "todavía"" jajaja.
"El artista reza suavemente, permiteme encontrar puro todo lo que pueda pasar"
ResponderEliminarBrillante el post, pero para recomenzar la demolición deberiíamos primero saber como purificarnos, al menos un poco, para que no nos encontremos con que no tengamos que demoler