jueves, 18 de febrero de 2010

Para leer en 3D (Dennett contra los rusos, contra Descartes, contra Dennett)

 Más de uno de quienes leen estas palabras ya habrá pagado sus buenos pesos por ver Avatar en el cine. Mi presupuesto no me permitió traspasar las bidimensionalidad, pero por un poco más de dinero es posible disfrutar la experiencia en tres dimensiones, con sonido envolvente y popcorn pegajoso (la opción económica, denominada pochoclo o pororó no está disponible en en esas salas tan avanzadas). La idea es que uno puede vivir una aventura similar a la del protagonista y, salvo por los restantes tres sentidos, experimentar caminatas en planetas lejanos, amores exóticos y hasta épicas batallas aéreas, todo sin moverse un centímetro de su cómoda butaca. Más allá de las otras virtudes o defectos de la película, hay que reconocer que es una buena perspectiva sobre lo que se suele entender por "efecto especial".
Si les interesan ese tipo de efectos especiales --que no son los que requieren millones de dólares ni supercomputadoras-- les recomiendo este texto de Daniel Dennett. Todavía me falta leer un montón de cosas para poder comentar sobre las tesis de este filósofo, y tampoco estoy del todo seguro de cuáles son las que intenta defender en esta conferencia; lo que sí sé es que se trata de un notable relato (¿drama?) de ficción científica --ese género que una torpe traducción originaria bautizó en nuestro idioma como "ciencia-ficción".
De modo que no les pido que confíen en mi juicio en materia filosófica (un error que ni yo mismo me permito cometer) pero sí que tengan algo de fe en mi criterio como asiduo lector de "ciencia-ficción".
Esa recomendación es todo el propósito de este post. Y eso hace que sea uno de mis pocos posts que realmente valen la pena. Créanme, yo sé lo que les digo...

¿ Dónde estoy (yo)?
Daniel Dennett, en Brainstorms: Philosophical Essays on Mind and Psychology, 1978.
  

lunes, 15 de febrero de 2010

y así seguimos... (Rorty por Abraham)

Lo que sigue no se relaciona directamente con mis intereses en filosofía, y seguramente no tiene demasiado lugar acá; pero tratándose de una anécdota que involucra a un reputado filósofo más o menos local, lo voy a publicar también en este blog.
Tomás Abraham escribe en su página una serie de entregas sobre Richard Rorty (núm 24, año 4, en adelante). Reconoce que emprende la tarea de leer al autor anglosajón (y otros autores relacionados) después de casi cincuenta años de lecturas filosóficas, varios libros publicados, etc. Reconoce, asimismo, que no entiende a Davidson, y ofrece una caricatura desdeñosa de Searle (creo que se olvida de aclarar que tampoco lo entendió, o quizás esté convencido por las argumentaciones de Rorty, y ya no le interese demasiado hacer el esfuerzo).
Lo más interesante de todo es que, a pesar de sus "confesiones" de no entender demasiado de sus obras, Abraham no se ahorra críticas contra estos autores, "explicándole" al internauta (lego en materia filosófica) las razones por las que no vale la pena adentrarse en ellas. Como suele suceder cuando uno opina sobre cosas que no entiende (como es el caso, por ejemplo, del blog que están leyendo en este momento) sus argumentos se parecen demasiado al sermón dominguero y desganado de un sacerdote de pueblo, o a las fáciles diatribas de pasillo que pueblan las horas de los estudiantes de filosofía y letras.

Esto es:  puede ser que, después de todo, se trate de verdades inmortales, pero se parecen demasiado a boludeces.

Un ejemplo, y me dejo de molestar:

"La lectura de estos filósofos ordinarios nos sepultan (sic) en los meandros de una nueva escolastica que recorta cada hilo discursivo en numerosos filamentos y producen la apariencia de un saber consistente." (núm 4, año 5. Rorty 23, Los metadiscursos)

[A partir de la entrega 25 comienza una suerte de apología de John Dewey, rescatado del olvido filosófico por el propio Rorty. Es interesante, aunque a estas alturas dudo de que se trate de una fuente de información demasiado confiable. Ah, por ahora, de Peirce ni noticias, supongo que quedará para las siguientes entregas.]