lunes, 30 de marzo de 2009

Identidad de los indiscernibles

Kírilov razona así. No existir le es imposible, ser Dios le es imposible: lo imposible es lo único que vale la pena llevar a cabo.


Después se suicida, en una típica escenita de maricón histérico.



2 comentarios:

  1. En cuatro palabras resumes una obra... una vida... algo difícil de lograr.
    ¡Bravo, Juan!!!
    Alicia

    ResponderEliminar
  2. Y vos exagerás de lo lindo, jajaja. Será el cariño...
    (Igual eso que decís lo repetía Borges: es más fácil resumir una vida en cuatro líneas que en veinte tomos. Por suerte para nosotros, Dostoyevski no estaba de acuerdo)
    Besos.

    ResponderEliminar