Los matemáticos pueden dividirse en dos tipos: los 'resolvedores' y los 'teorizadores' La mayoría son una mezcla de ambos, aunque no es difícil encontrar ejemplos extremos de uno o del otro.
Para el 'resolvedor', el logro supremo en matemáticas consiste en la solución de esos problemas que la mayoría ha perdido toda esperanza de resolver. No importa que la solución carezca de elegancia; lo que cuenta es que la prueba sea correcta. Una vez que encuentra la respuesta, el 'resolvedor' perderá todo interés en el problema, y al enterarse de cualquier prueba posterior, más simple o elegante, adoptará un aire condescendiente cargado de aburrimiento.
Para el 'resolvedor', el logro supremo en matemáticas consiste en la solución de esos problemas que la mayoría ha perdido toda esperanza de resolver. No importa que la solución carezca de elegancia; lo que cuenta es que la prueba sea correcta. Una vez que encuentra la respuesta, el 'resolvedor' perderá todo interés en el problema, y al enterarse de cualquier prueba posterior, más simple o elegante, adoptará un aire condescendiente cargado de aburrimiento.
El 'resolvedor' es en el fondo un conservador. Para él, la matemática consiste en una serie de retos a ser conquistados, una pista de obstáculos hecha de problemas por solucionar. A los conceptos matemáticos necesarios para plantear esos problemas los asume eternos e inmutables.